La transformación digital, según Yuval Noah Harari, ha sido considerada como el tercer momento que define la historia de la humanidad, después de la Revolución Neolítica y la Revolución Industrial. En muy poco tiempo ha transformado la forma en que la gente trabaja, consume y se comunica. En la actualidad el mundo digital está presente en el día a día, tanto que gran parte de la población mundial tiene una identidad digital.

Sin embargo, en el último tiempo se ha transformado también en un problema pues el avance de las tecnologías ha abierto muchas puertas de conocimiento y generan una desigualdad social entre quienes tiene acceso al conocimiento sobre la tecnología y quién no. O dicho de otra forma quién está preparado para desenvolverse de buena forma y con seguridad en el mundo virtual.

Chile fue catalogado por la OCDE como uno de los países con pocas oportunidades y grandes riesgos en materia de digitalización.

OCDE en su informe “How’s Life in the Digital Age” del año 2019, utilizó 11 dimensiones para evaluar los riesgos y las oportunidades en todos los países que utilizan internet, aparatos móviles, macrodatos e inteligencia artificial. Dentro de las dimensiones encontramos: ingresos y patrimonio, empleo y remuneración, salud, educación y competencias, equilibro entre vida privada y laboral, compromiso cívico y gobernanza, relaciones sociales, calidad medioambiental, seguridad personal, y bienestar subjetivo.

El secretario general de la OCDE Angel Gurría afirma que las tecnologías han cambiado de forma radical la manera de trabajar, consumir y comunicarse. “Para que la transformación digital también mejore nuestro bienestar debemos hacer frente a cuestiones como la igualdad, la alfabetización y la seguridad digital”.

En el informe se presentan los nuevos problemas que son consecuencia de la transformación digital. Como por ejemplo la digitalización del trabajo, la cual requiere que las personas tengan conocimientos sobre los programas y herramientas a utilizar dentro del computador para llevar a cabo las tareas.

Con la llegada del COVID-19 este proceso se aceleró y se vio forzado a terminar de instalarse en Chile. No todas las casas estaban preparadas para tener clases online, pero la gente tuvo que aprender a utilizar este nuevo formato obligados por la contingencia.

El teletrabajo y las clases online fueron algunas de las prácticas que la pandemia posicionó y de forma obligada se instalaron en lo cotidiano. Pero ¿estaban los países como Chile preparados para este cambio tan abrupto?

Según el informe de la OCDE más de un 80% de los hogares en Chile tiene acceso a internet, estos números posicionan a Chile junto a Bélgica y Canadá. Sin embargo, al indagar un poco más los datos revelan que la variedad de usos del internet en Chile es poco variada, siendo solo una la actividad diaria de los usuarios, en este ámbito nos diferenciamos en gran parte con Bélgica y Canadá, quienes promedian 7 y 6 actividades per cápita.

Sumado a lo anterior, el informe hace un estudio sobre las aptitudes necesarias para participar en la sociedad digital y sus diversas plataformas. Situaciones como ingresar al banco online o mantener una seguridad digital razonable son componentes de este estudio.

Al presentarle tareas a los chilenos y chilenas el estudio mostró que menos de un cuarto de los adultos mayores estaban capacitados para resolver tareas de mediana complejidad en sitios de internet o aplicaciones móviles, mientras que en países como Suiza y Nueva Zelandia los números de la tercera edad con dicha capacidad eran mucho mayores llegando incluso a poder resolver tareas de la máxima complejidad para el estudio.

Esto se acentúa mas entre generaciones pues los “nativos digitales” chilenos están a la vanguardia en el uso de las nuevas tecnologías, mientras que la tercera edad aún no conecta con estos nuevos conocimientos. Consecuencia de esto es que las personas mayores pueden perder beneficios otorgados por el gobierno cuya única forma de acceder es a través de los sitios web y sistemas digitales. Según el informe Chile es el país con mayor brecha de capacidades digitales después de Turquía.

Estamos en un momento histórico donde mas de un 80% de las personas tiene acceso a internet. Tenemos la capacidad de estar a la vanguardia en cuanto a conocimiento digital y a aptitudes, pero ¿se está usando el internet para algo más que para entretenimiento? ¿Se está capacitando a la población para sacar provecho a la gran variedad de herramientas que provee internet?

Bibliografía:

https://www.oecd.org/social/how-s-life-in-the-digital-age-9789264311800-en.htm